Derechos de autor y la "doble c"

Derechos de autor y la "doble c"

A mi parecer las licencias Creative Commons no son más que una evolución lógica del Copyright y completamente necesaria debido a la expansión de internet y el concepto de cultura libre. 

El Copyright o derechos de autor era un formato obsoleto para las características necesarias hoy en día. El Copyright siempre ha estado unido a la frase "derechos reservados" pero no permitía saber a un tercero que derechos se reservaba el autor. Esto creaba una complicación ya que si alguien quería utilizar tu material, o tú mismo querías dejar constancia de que derechos eran los que te reservabas, no tenías la opción de hacerlo.

En el mundo de internet en el que la información fluye, evoluciona, es modificada y sobre todo, se comparte, el Copyright, desde mi punto de vista, no tiene cabida. En un alarde de gran visión de futuro Lawrence Lessig creo las licencias Creative Commons, o también conocidas como la "doble c", con lo que yo creo que quiso expresar ya en el nombre el concepto de evolución que ha ocurrido del paso del Copyright (una c) a dichas licencias. Puro marketing, si, pero efectivo.

La "doble c" ha pasado a convivir con su hermana pequeña y esto es bueno porque cada autor puede decidir que tipo de licencia quiere usar. Si quiere otorgar privilegios a terceros (CC) o simplemente se reserva todos los derechos (C). Las licencias Creative Commons no imponen nada, simplemente nos dan la libertad de poder dotar a nuestro trabajo de más capacidad de expansión.

Además no se trata de una sola licencia, sino que se trata de un compendio de licencias. Podemos dejar que nuestro trabajo sea publicado por terceros, con o sin ánimo de lucro, con o sin modificar y todo esto dándoselo a conocer a esa persona interesada con unas etiquetas que podemos colocar en nuestra obra. ¿Puede ser más fácil?

Resumiendo, creo que estas licencias eran algo necesario, porque vivimos en la época de la cultura libre, creo que eran necesarias porque se necesitaba poder otorgar derechos a terceros y creo que debemos dar las gracias a Lawrence Lessig por crearlas, legitimizarlas y todo ello gratuita y desinteresadamente.